FIESTA DE SAN SEBASTIÁN, FIESTA DE LOS PAPAQUIS, O FIESTA DEL 20 DE ENERO

 

 


El Pueblo Mágico de Nochistlán de Mejía, Zacatecas, cuenta con muchas tradiciones que fortalecen la idiosincrasia de los habitantes, mismas que se han fortalecido a través de los años. 

La fiesta del Güerito es muy basta, por lo tanto, en ésta entrega les mostraré algunos temas interesantes de la fiesta como son los aspectos culturales, los momentos de la fiesta, la explicación histórica, una leyenda sobre la llegada de la imagen y dos de los varios momentos que han hecho detener la fiesta del barrio más mitotero.

La fiesta de los papaquis tiene elementos culturales muy importantes que le han dado la oportunidad de ser nombrada como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Zacatecas por el Congreso del Estado de Zacatecas, el dieciocho de agosto de dos mil dieciséis, (Zacatecas 2016) lo anterior tiene un contexto muy especial, el cuál expongo a continuación:

La Fiesta de San Sebastián es una festividad profano-religiosa que se conmemora del 17 al 21 de enero que tiene por objeto venerar al mártir San Sebastián; pero es evidente que en dicha celebración están presentes muchos elementos de la tradición indígena caxcana, lo que redunda en que la Fiesta de los Papaquis se divida en dos: Fiesta de Adentro y Fiesta de Afuera. 

La primera de ellas, es totalmente religiosa, siendo responsabilidad de la Parroquia de San Francisco de Asís y comprende misas, rosarios y peregrinaciones. 

La segunda es la fiesta de afuera y es responsabilidad es eminentemente popular y se celebra del 17 al 21 de enero; es organizada por un grupo de celebrantes, el cual se conforma por un mayordomo, regidores y alcaldes. 

La Fiesta de San Sebastián tiene una organización que inicia el martes de carnaval y culmina en enero, por lo tanto, se deben señalar los momentos que no se pueden pasar por alto:

 

Primer momento: La  Residencia

Es una celebración que necesita de casi un año de preparación, misma que inicia el martes de carnaval, día en que se celebra la Residencia, que reúne a los celebrantes para organizar la fiesta del siguiente año, y donde se reparten los espacios disponibles, ya sea por la mañana o por la tarde, así como saber quién recibirá la leña y la celebración del hijo ausente de la misma fiesta. Una vez que se ha llevado la organización, entonces se da pauta a un papaqui en el que participan los asistentes. 

Para llevar a cabo la celebración, cada Regidor y Alcalde reconoce a las personas que podrán ayudarles a cumplir el encargo, para esto es necesario diferenciar que los regidores son los responsables de los eventos matutinos de la fiesta; los alcaldes son organizadores de los festejos nocturnos; los celebrantes, por su parte son todos ellos, esto es, celebrantes en la denominación genérica reservada para los organizadores de la fiesta.  

 

Segundo momento: Las Décimas

Que consisten en la invitación que cada celebrante hace a sus amigos, familiares, vecinos y conocidos a que cooperen a favor de la fiesta, mismo que consiste en lo siguiente:

A partir de la luna llena anterior al veinte de enero, se inician Las Décimas, en las que a cada invitado se le entrega una ollita con tamales y una carta de invitación a cooperar para los gastos de la fiesta, ya sea en dinero, especie o trabajo, por lo que el convidado a la fiesta debe aportar por lo menos diez veces más de lo que económicamente a recibido en esa olla.

 

Tercer momento: La entrada de la leña

El primero de enero de cada año, se lleva a cabo la entrada de la leña que consiste en que la población de la comunidad de Las Ánimas, aporta la leña que recaba desde la Sierra de Nochistlán, que servirá para colocar las luminarias desde el centro de la población, hasta el barrio de San Sebastián, así como para cocinar las grandes cantidades de alimentos y miel de maíz que se consumen durante la tradición. Es necesario señalar que también se llevan a cabo décimas para la comunidad de Las Ánimas, que son recibidas con mucho agrado y que se convierte en una gran aportación para la fiesta de San Sebastián.

 

Cuarto momento: Fiesta de Los Papaquis 17 al 21 de enero

 Inicio con la aclaración de que los días se han ido ampliando conforme a las peticiones de los celebrantes, que cada día son más y se requiere no empalmar los gremios que puedan dividir la tradición. Por lo tanto, ha habido años en que se inicia el 15 o 16 de enero y termina hasta el 23 con el gremio de los celebrantes.

 En lo relativo a la celebración de un regidor, como sabemos, se realiza por la mañana, por lo tanto, se inicia con la romería, como una acción de gracias al santo de la fiesta de adentro, el querido Güerito de San Sebastián, en el que se ofrecen los elementos para la celebración de un papaqui. Se pide la imagen del santo para que visite la casa del celebrante, quien ya estará recibiendo a los invitados, que es todo el Pueblo de Nochistlán y visitantes, no importa el número de personas, todos son bienvenidos, que al llegar a su casa se les ofrece un plato de menudo recién cocido y que se ha estado preparando desde el día anterior, misma que se hace con la música tradicional, en un ambiente festivo, de cordialidad y confianza entre los asistentes. (Maricarmen 2021)

 

Terminado éste ritual, se inicia el gremio, pidiendo la formación de dos filas, una de damas y otra de caballeros, que es cuando se preparan todos para un combate, iniciando las mujeres con cada hombre, untando de pinole las mejillas y quebrando un cascarón previamente adornado y relleno de confeti. Acción que termina cuando la última mujer termina de hacerlo con el último hombre, es cuando se invierten los papeles y los hombres son quienes corresponden a la hermosa acción.

Una vez preparados para el combate, éste inicia la repartición por parte de los celebrantes de cacahuates, colaciones, cascarones y naranjas, siempre evitando golpear a los asistentes, mientras que el grupo de música tradicional sigue con su hermosa melodía, tocando tres dianas al final. (Maricarmen 2021)

Si se trata de la celebración de un Alcalde, entonces la programación es por la tarde en donde los celebrantes parten del templo de San Sebastián con gran algarabía, acompañado por familiares, amigos y cohetero, para luego dirigirse a la casa del mismo. Al paso del convite, con natural espontaneidad, se van sumando caminantes para ir a participar del papaqui.

En la casa de la familia celebrante, se recibe a los invitados con cántaros de tejuino, obsequiando vasos llenos de esta bebida ritual la cual es ingerida gustosamente porque se cree que con ella se reciben favores y beneficios sebastianos.

Una vez que se lleva a cabo la recepción, se lleva a cabo el papaqui, con los mismos elementos que se explicaron para la celebración de un Regidor.

 

Celebración en el Barrio de San Sebastián

En San Sebastián, “el barrio más mitotero”, ya en la noche se arrojan cientos de cohetes y se realiza la quema de uno o dos castillos de pólvora como a las diez y media y once de la noche. Cientos de personas se pasean con los rostros y la ropa cubiertos de pinole y otros con harina. Los caminantes pueden disfrutar de los ricos antojitos, o compartir el frío con ponches de frutas; aunque no falta quien prefiera hacerlo con tequila o con mezcal.

 

Inicios de la tradición 

Se consigna por don Pedro Rodríguez Lozano en su libro “Ofrenda del Municipio de Nochistlán, Zacatecas”, información sobre cómo se llevaron a cabo los inicios de la devoción a San Sebastián, que a la letra dice: “La devoción hacia esta imagen,, data de tiempos remotos. Según la tradición, fue traída de San Juan B. del Teúl (Hoy González Ortega, Zacatecas), en las postrimerías del siglo XVII, por una viejecita que habitó una choza cerca de la Iglesia de hoy, la cual inició la celebración en la siguiente forma: Con gran fervor y devoción hacia su Santo, al llegar el 20 de enero invitaba a vecinos y familiares para rezarle, en cuyo tiempo se le prendían lámparas y ceras lanzándose cohetes al espacio. Posteriormente la celebración tuvo más seriedad; la viejita de referencia, repartía la celebración por días a cada una de las personas más distinguidas del barrio, quienes la celebraban con mayor lucimiento, la viejita, agradeciendo lo que ofrecían a su santo, regalaba al medio día sabrosa comida consistente en platos rasos de “picadillo”, y por la noche, jarros desbordantes de tepache o texuino(tejuino) (fermento de fécula de maíz elaborado con esmero). A los siguientes años llevaban a la celebración músicas cohetes y castillos de luches, y después de quemar éstos seguía el juego de cascarón con el son ritual llamado “los papaquis” que cantaban con esta cuartilla:

 

Güerito San Sebastián

¿por qué eres tan engridor?

Será por tus jacalitos

Que tienes alrededor.” (Pedro 1984)

  

Parafraseando la cita que hace el Maestro David Minero sobre el Profr. Pedro Rodríguez Lozano, sobre cuando se fortaleció la advocación a San Sebastián, se considera que “…en los albores del siglo XVIII algún sacerdote, logró involucrar a todos los vecinos del Barrio en las  Fiestas del 20, donde se incluían los ritos de la religión católica” (Salomón 1998)

 

Leyenda sobre la llegada de la imagen de San Sebastián 

Se comparten entre los habitantes de éste Pueblo Mágico, varias leyendas sobre la llegada de la imagen de San Sebastián a Nochistlán, la que les expongo es contada por el Cronista Licenciado Enrique Reyes Martínez q.e.p.d.: “hace muchos años se acostumbraba la visita de San Sebastián, que se traía de Tlaltenando, pero como los habitantes de este lugar se encariñaron mucho con él, decidieron no regresarlo y quedárselo. La gente de Tlaltenango vino molesta a reclamarlo, pero no se les entregó, entonces intentaron llevárselo en secreto por la noche e hicieron un agujero en el Templo donde se encontraba el Santo y entraron por él. Alguien se dio cuenta y avisó a los indios del lugar, quienes salieron a perseguirlos. Pronto los alcanzaron allá por el Barrio de Tajolota (Poniente del Pueblo) y se inició una lucha en la cual hubo desde pedradas hasta golpes con hondas y otros objetos. Los indios de Nochistlán ganaron la batalla y se trajeron al santo muy contentos, pero pasaron muchas noches vigilando para que no se los quisieran quita nuevamente. Con el tiempo se recordó lo incurrido en ese gran día mediante una fiesta del pueblo. 

Cada cosa tiene un significado especial: la leña o las “luminarias” que se colocan por la calle, recuerdan la shoras de vigilancia de los indios a quienes les daban de comer “picadillo” y de beber “Tejuino”. 

El pinole simboliza el polvo blanco del cerro que se untaron en la cara los indios para demostrar que estaban muy contentos por haber quedado con el santo y se utiliza en los “papaquis” al igual que las colaciones y los cascarones de huevo rellenos de confeti que representan las pedradas de la lucha; la pólvora y el castillo recuerda el sonido de las hondas”. (Enrique 1999) 

Algunos hechos que han marcado la fiesta de Los Papaquis:

 

1913 Lluvia de ceniza 

           En el libro Crónicas Nochistlenses, el Cronista Licenciado Enrique Reyes Martínez, hace alusión a un hecho que sucedió el 20 de enero de mil novecientos trece, que transcribo a continuación:           Un acontecimiento de tipo natural sucedió el veinte de enero de mil novecientos trece, fenómeno que afectó a Nochistlán y gran parte de la República, causando miedo y terror. Como es conocido de todos nosotros, el veinte de enero es dedicado a celebrar al Güerito San Sebastián, y ese día, por la mañana cuando se visitan casas en donde se reparte el menudo, se escuchaban roncos truenos que pensaba la gente eran producidos por los cohetes de alta potencia que se les denominaba “cámara”, que lanzaban en esos días, considerando quienes vivían en el centro del pueblo que los hacían explotar en el barrio alto.

 

Por la tarde, apareció por el sur, en dirección de la Mesa de San Juan, en el horizonte un color plomo obscuro, que poco a poco fue invadiendo el cielo y al mismo tiempo, seguían escuchándose el retumbar de los truenos, opinando a estas horas algunas gentes, “El cerro gordo de Tepatitlán había reventado”.

 

La luna apareció por un momento, para opacarse y posteriormente ocultarse totalmente, dando lugar a la noche más “negra que Nochistlán ha tenido”. Distinguíanse en la obscuridad los farolitos que se tenían como costumbre colocar en las portadas de las casas o de manera transversal de banqueta a banqueta, unos eran forrados con papel celofán y otros con papel china, en diferentes colores: unos rojos, verdes, amarillos, azules y también combinado en uno solo esos colores.

 

Quienes fueron a festejar a San Sebastián, cuando se encontraban realizando el paseo que se hacía en este barrio, comenzaron a notar que sus sombreros se comenzaban a cubrir de polvo, lo mismo que las sedosas cabelleras de las damas y a través de los mechones de las vendimias, se comenzó a ver el finísimo polvo que lentamente caía, corriéndose la voz de que estaba lloviendo tierra.

 

El piso de las calles estaba tapizado por una alfombra obscura, que permitía amortiguar el ruido de los pasos y las luces del alumbrado público estaban apagadas. Inmediatamente el espíritu religioso apareció en la boca de los paisanos, quienes unidos en la oración tanto dentro, como fuera de la Iglesia se pedía auxilio divino. Otros, sacaron en procesión a los Santos de su devoción, ante el enrarecido aire que impedía la buena respiración. Hubo quienes confesaran en voz alta sus faltas, pidiendo perdón; “de pronto un estallido seco, una ráfaga, y desmayos y más fuertes lloros, carreras y confusión. Era que el depósito del gas del alumbrado público de la plaza, no resistiendo la presión del ambiente, provocó la detonación. Impresión tan dura sobre el temblor de angustias reintante, produjo enfermedades en algunos niños, que jamás sanaron”. (Quirarte Ruiz).

 

Cuando después se supo la causa del estallido, la gente vivió un momento de tranquilidad, subsistiendo el miedo que tenían de que hubiera nacido algún volcán por aquí cercas, lo que les hacía predecir una muerte próxima y segura. Llegado que fue a su máximo el estado de ánimo angustioso, llegó el cansancio y convencidos que lo mejor era esperar y confiar en Dios, las gentes se refugiaron en sus hogares y en unión familiar esperaron lo que la Providencia les tuviera designado.

 

En un sueño tranquilo, pasaron la noche los nochistlenses y al llegar el nuevo día, la esperanza nació de nuevo en sus corazones, y aunque opaco y triste, ya estaba el astro rey iluminando la población, ese pueblo que estaba cubierto de ceniza amarillenta y que a la menor vibración o movimiento invadía todos los espacios.

 

Por la tarde, Dios tendió la mano a nuestro pueblo y mandando una copiosa lluvia, lavó árboles, casas y todo lo que se encontraba cubierto de polvo, quedando en la memoria de este pueblo los hechos que se acaban de narrar.” (Enrique 1999)

 

Es un caso muy excepcional, en donde la Fiesta de los Papaquis tuvo que ser suspendida, pero que al final todo terminó en un susto para la población que no sabía de la explosión del volcán de fuego de Colima. El otro suceso, lo estamos viviendo en la actualidad.

 

            2021-2022 Pandemia por COVID_19 

Es de todos conocido los estragos de la pandemia, que a partir de marzo de dos mil veinte, cambió toda dinámica de los seres humanos del planeta, por lo que la fiesta del 20 de enero, no fue la excepción, quedando suspendidos todos los eventos de la fiesta de afuera, dejando sólo algunas actividades de la fiesta religiosa.

 Las decisiones tomadas por los celebrantes fueron las correctas, porque le dieron más importancia a la salud y bienestar familiar, pensando que la tradición podrá seguir en su momento oportuno.

De esta manera en acuerdo con las autoridades civiles, se establecieron acuerdos para permitir sólo las actividades siguientes:

 -          Recorridos de la imagen de San Sebastián en vehículo

-          - Una sola misa por día

-          - Si se le lleva música al templo, sólo será la familia y una sola banda.

-          - Sólo se autoriza quemar 10 gruesas de cohetes por día, debiendo llevar un registro de las familias que organizan la actividad.

 

Asimismo, se busca que la salud esté por encima de todo, se prohíbe lo siguiente:

-        -  Celebraciones de alcaldes y regidores

-         - Aglutinamiento de personas en la iglesia.

-          - Juegos mecánicos o negocios que provoquen aglomeraciones.

 

Por lo tanto, los celebrantes recomendaron a la población ser prudentes a la hora de visitar el Barrio de San Sebastián, la salud es primero.

 

Comentario final

 

La Fiesta de San Sebastián, como fue nombrada al darle el reconocimiento de Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado de Zacatecas, porque es una tradición con gran arraigo en los nochistlenses, y es organizada por una cofradía que por generaciones ha fortalecido la creencia de los favores de éste querido santo.

No olvidar los elementos prehispánicos que se toman en cuenta: el pinole, el tejuino, el tipo de maíz utilizado como es el pipitillo, la leña, los colores rojos, la alegría, etc. Tema muy amplio que será expuesto uno por uno en un siguiente momento. 

Es, además, una fiesta que viene acompañada de la música más tradicional de Nochistlán, como son los jarabes, que le dan ese toque de alegría que fortalecen la celebración como un elemento integrador al baile, con el ritmo y cadencia que sólo la tambora, el violín, la guitarra y el guitarrón le pueden dar. Información que podré extender en la siguiente muestra sobre San Sebastián. 

Tenemos también la muestra gastronómica es uno de los pilares de las fiestas, ya que se presenta: la miel de maíz, el tejuino, el picadillo, el pinole, sin dejar fuera dulces tradicionales como el ponteduro, el cacahuate, la calabaza y el camote. Además de incluir en la dieta de éstas fiestas al menudo. Todos éstos elementos pendientes de documentar en la siguiente entrega sobre San Sebastián.

Nochistlán de Mejía, Zacatecas a 18 de enero de 2022

 

Lic. Enrique Reyes Durán

Cronista Municipal de Nochistlán

 

 

Referencias

Enrique, REYES Martínez. Crónicas Nochistlenses. Nochistlán, Zacatecas, 1999.

Maricarmen, Durán Muñoz. «Guión de los papaquis para la representación del grupo de  danza Nochistli..» Nochistlán, 26 de noviembre de 2021.

Pedro, RODRÍGUEZ Lozano. Ofrenda, Geografía, Historia, Hechos, Costumbres y Tradiciones del Municipio de Nochistlan, Zac. Zacatecas, 1984.

Minero Legaspi David. Los papaquis de Nochistlán, Zacatecas. Zacatecas, 1998.

Zacatecas, Congreso del Estado de. «Decreto 637 La Fiesta de San Sebastián.» Zacatecas, 18 de agosto de 2016.

 

 



 

 

 

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