EL ATREVIMIENTO QUE A PEDRO DE ALVARADO LE COSTÓ LA VIDA FRENTE A TENAMAZTLE

 

24 de junio de 2023


“Señor Gobernador, a mí me parece que no se dilate el castigo de esos traidores enemigos, que es vergüenza que cuatro indios gatillos hayan dado tanto tronido; que con menos gente que la que conmigo traigo, bastaré a sujetarlos…”(Tello, Pág. 365)


El 24 de junio, día de San Juan Bautista, con una trascendencia profética para el cristianismo, día que se celebra con bombo y platillo en innumerables pueblos. Más en Nochistlán, este día es conocido de una forma muy diferente: La caída de Pedro de Alvarado, el adelantado, Tonatihu. Pero también pone de manifiesta la valentía y el liderazgo de Don Francisco Tenamaztle, señor de Nochistlán. Expongo los hechos históricos, sucedidos hace 481 años:

Como antecedentes, debemos contextualizar que, al iniciar el dominio español en la región, se comenzó la labor de los frailes para convertir a la nueva religión a los nativos, haciendo la actividad con buenos ejemplos, entrega a su misión y logrando muchos adeptos; pero al mismo tiempo, llegaron españoles que gustaron de quedarse con las tierras de los indígenas, sometiendo a los habitantes, prohibiendo seguir la práctica de su religión, etc.

Como es normal en cualquier parte del planeta, se consideró un trato inhumano, por las tribus del ahora occidente de México, se reunieron en Tlashicoringa, en el Valle de Huasamota, en donde como lo dijo Pentécatl, señor de Tzapotzingo: “…ponían un calabazo y bailaban en derredor, y el calabazo entre ellos, y un viento recio se llevó el calabazo por los aires, y una viejas hechiceras les dijieron que se alzasen, porque así como el viento levantaba aquel calabazo, con el mismo ímpetu echarían de la tierra los españoles…” Es así como se inicia la rebelión en contra de los invasores, conocida como Guerra del Miztón. (Enrique 2000)

De esta manera hubo un levantamiento armado en gran parte del occidente de nuestro país, como señalaba López Portillo y Weber: “…y de las cúspides de las montañas se elevaron columnas de humo negro que llevaron en un momento, por todo el vasto y viejo Chimalhuacán la señal de rebelión”. (Enrique 2000)

Habiendo muchas acciones que demostraron que los Cazcanes estaban en gran descontento, se ubicaron a cuatro líderes de los pueblos de Juchipila, Jalpa, Tlaltenango y Nochistlán. Todo esto en 1541, en que coincidía que varios navíos comandados por Pedro de Alvarado, llegaban al Puerto de Navidad, sí, estamos hablando de aquel personaje sanguinario, que provocara la matanza de Cholula y la matanza del Templo Mayor.

Se manda a Juan de Villareal a buscarlo y pedirle apoyo, a lo que por su megalomanía responde “…harelo yo, hidalgo de  mil amores que a eso vengo, idos a descansar…” (Enrique 2000)

Tonatiuh como era llamado el Capitán Alvarado, se encontraba cercas a estas tierras después de la derrota de Oñate, pues su flota había llegado al Puerto de Navidad de paso a conquistar la costa norte de la Nueva   España.  Con rapidez se   mandó pedir auxilio enviando   a un caballero como emisario a Zapotlán, que llevaba una carta específica de Oñate, Don Pedro que estaba listo para hacerse a la mar, expresó “…harelo yo, hidalgo de  mil amores que a eso vengo, idos a descansar…” (Enrique 2000)  se dirigió a Guadalajara; el recibimiento que le hicieron en esta villa fue de conformidad con la alta envestidura militar que tenía con la emotiva esperanza de que el conquistador apagara la angustia que tenían todos los habitantes.

Ya en pláticas con el gobernador el Adelantado le dijo: “Señor Gobernador, a mi me parece que no se dilate el castigo de esos traidores enemigos, que es vergüenza que cuatro indios gatillos hayan dado tanto tronido; que con menos gente que la que conmigo traigo, bastaré a sujetarlos, porque he arruinado muchas máquinas de enemigos, y es mengua que para estos sea menester más socorro; no hay qué esperar más”. (Tello, Pág. 365)

Realiza los preparativos y se traslada hasta las tierras  de Tenamaztle, y el día 12 de junio de 1541, hay una entrevista entre Cristobal de Oñate y Pedro de Alvarado, en donde tratan de poner al tanto al adelantado, para que  esperara la llegada del Primer Virrey de la Nueva España, don Antonio de Mendoza, porque era necesario saber que lo indios de por acá valían mucho más que los que había conquistado, pero conforme a su personalidad, con prepotencia se mofaba de los cuatro líderes cazcanes, a los que llamaba gatillos: señalando “… es vergüenza que cuatro gatillos hayan dado tanto tronido; que con menos gente de la que traigo bastará para sujetarlos…”. (Enrique 2000) Palabras que incitan a reconocer el menosprecio que tuvo para los valientes indígenas de éstas tierras.


Llegándose el día 24 de junio de 1541, se lleva a cabo la batalla sobre el Peñol de Nochistlán. Voy a transcribir la información que expone el Padre Tello sobre éste pasaje histórico: “… Llegó D. Pedro de Alvarado a reconocer la estrada para entrar en el Pueblo y Peñol de Nochistlán, y halló la cerrada con siete albarradas muy fuertes, y queriéndola entrar, salieron a defenderlas más de diez mil indios y sus mujeres, y con flechas, dardos y piedras, resistieron y pelearon con tanta fuerza y ferocidad, que al primer encuentro quitaron la vida á veinte españoles, y al instante los hicieron pedazos y echaron por el aire sus cuerpos, retirando algo á D. Pedro de Alvarado y á su gente, el cual volvió á acometer á las albarracadas y le mataron otros diez, sin que lo pudiese remediar; u viendo que porfiaba a entrales, fue tanta la gente que salió de tropel de los enemigos a campo abierto, que le fue fuerza retirarse, porque el tiempo era lluvioso, la tierra empantanada y cenagosa y llena de cardones y magueyales, y no eran señores de los caballos, porque se atascaba, ni aún los soldados de á pié podían andar por el gran lodo, y así le fue forzozo salirse retirando antes que le acabasen la gente, viendo los tiempos contrarios, y con mucho esfuerzo y valor, fue sacando su campo; y viendo los enemigos que se salía para retirarse, salió casi la más gente de las albarradas á dar sobre él, haciéndoles rostro, se fue retirando de ellos, y le siguieron más de tras leguas, teniéndolos, bien afligidos…” (TELLO 1652, 369)


Una vez que se vieron salvos, cuenta la historia que Don Pedro de Alvarado, les ordenó que bajaran de sus caballos y dejaran de correr, porque los indios ya se habían alejado, para éstos momentos, los españoles ya habían sido derrotados, humillados y con el horror de verse vulnerados, entre ellos el escribano personal de Tonatihu, el señor Baltazar de Montoya, un cobarde de primera, venía exigiendo a su caballo mucho más de lo necesario aún con las palabras de Don Pedro: “…sosegaos Montoya, que los indios nos han dejado…” (Enrique 2000) Lo que no sirvió de nada, porque Montoya no obedeció y provocó la caída de su caballo, llevándose con él a Pedro de Alvarado y como estaban en una cuesta, llegaron hasta el fondo de la misma, dejando golpes en el pecho y echando borbotadas de sangre, atino a decir dos frases: “…esto merece quien trae consigo tales hombres como Montoya…” y al preguntarle sobre su estado de salud, señaló que le dolía el alma, que el cuerpo ya no lo podía recuperar, quería salvar el alma. Dichas heridas le provocaron la muerte a Don Pedro de Alvarado el 4 de julio de 1541.


Es así como éste pasa heroico llega hasta nuestros días, 482 años después en donde el grito “ASHCANQUEMA TEHUAL NEHUAL”, se escucha con gran estruendo. Siendo como un lema nochistlense hasta la actualidad.


Licenciado Enrique Reyes Durán

Cronista Municipal de Nochistlán

 

Referencias

Enrique, REYES Martínez. Algunos datos de Don Francisco Tenamaztle. Nochistlán, Zacatecas., 2000.

TELLO, Antonio. Crónica miscelánea de la santa provincia de Xalisco. 1652.











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