158 años de la Invasión Francesa a Nochistlán

 



Imaginemos un Nochistlán en la mitad del siglo XIX, con un México Independiente lleno de luchas intestinas y traiciones, que provocaron la muerte de próceres de la patria. En esos años se originó la lucha entre conservadores y liberales, llamada la Guerra de los tres años y que termina en enero de 1861, con un triunfo inobjetable a favor de los liberales, pero dejando un sentimiento de división en el país.

Fue entonces que, al ser decretada la suspensión de la deuda pública por el Presidente Benito Juárez, países como Inglaterra, España y Francia, acudieron a buscar una solución, pero que la intención de Francia iba más allá de solicitar el pago de la deuda de nuestro país, con una intención de invadir la nación. Recordemos con mucho orgullo el resultado de la Batalla de Puebla el 5 de mayo de 1862. Pero que a la postre se convirtió en una invasión, además de que los franceses, aprovechando la solicitud hecha por el grupo conservador el 8 de octubre de 1863, para que la monarquía volviera a gobernar en nuestro país, por lo que habiendo aceptado el joven  Maximiliano de Habsburgo y aceptada el 10 de abril de 1864.

Para ese momento histórico, el apacible Nochistlán, que en su mayoría abrazaba la causa liberal, pero con un grupo de conservadores, de los cuáles formaban parte Catarino y Víctor Rodríguez, que pertenecían a una muy honorable familia, y que por personales o de su grupo político, buscaron aprovechar la amistad con Remigio Tovar que fue un líder conservador, y buscaron conspirar en contra de esta tierra de valientes, pero buscando que el ejército francés encontrara atractivo y necesario invadir Nochistlán. (Enrique 1998)

Es así como llega el viernes 13 fatídico de Mayo de 1864, como lo escribiera el Dr. Antonio Martínez Serrano, en el centenario de ésta gesta heroica, en su obra lírica, en la que narra cada momento de ese aciago día.

Antes de proseguir con la crónica, es necesario explicar que para esa época Nochistlán estaba provisto con fortines que habían sido construidos a inicios de 1861, siendo éstos unas pequeñas fortificaciones para hacerle frente a los enemigos. En Nochistlán existían 8 de ellos, mismos que quiero señalar en un croquis ilustrativo que señala la localización de cada uno de ellos.



Hecha la aclaración, se puede señalar que a la hora de conocer las cantidades de soldados que conformaban el ataque, dejaba ver las nulas posibilidades de triunfo de los defensores nochistlenses, ya que “…2,000 Franceses, a cargo del Conde Potier y 800 conservadores traidores, a cargo de Remigio Tovar…” (Enrique 1998). Mientras que éste aguerrido pueblo, tenía como jefe de armas y autoridad política el Coronel Jesús Mejía y como comandante a don Leocadio González, con sólo un puñado de hombres aguerridos, que en todo momento mostraron la valentía que caracteriza a los hombres de éste lugar, pero que ese día se encontraba franca y tomando descanso en diferentes lugares de la población.

Aun así, fue posible darse cuenta del ataque inminente, por lo que al dar la una de la tarde, en que, llegando por el sur, los invasores se toparon con un fortín bien defendido.

Aun cuando se defendió con gran valentía el frente Sur, poco a poco fueron tomados cada fortín por los franceses y conservadores, dejando para el final la toma de la torre de la Parroquia de San Francisco de Asís, cuya única ruta de ingreso es la escalera de caracol, con cuarenta escalones, defendidos por Leocadio González y sus valientes seguidores.

Es muy explícita la información que ofrece Clotilde Evelia Quirarte, en su obra Nochistlán de Zacatecas, a comentar sobre la batalla tan desigual:

“ …Como es natural, la fuerza se impuso, y ambos batallones galos llegaron al centro de la Ciudad donde se les reúne momentos después la caballería, se detienen alderredor del templo, al que con denuedo incomparable, defienden 32 mexicanos que despiden fuego y arrojan plomo sobre más de 2,000 franceses que impacientes pugnan por escalar el caracol que sube a la torre y a la azotea de la Parroquia…” (Clotilde 1960)

En éste lugar, se dio una de las hazañas más importantes, ya que el acceso fue defendido lo mejor posible por los nochistlenses y que seguramente corrió sangre francesa por la escalinata mencionada, en la que Clotilde Evelia Quirarte narra:

“…Aquí ocurre algo asombroso, Don Leocadio González, con el ímpetu de un león, detiene durante media hora a los Cazadores de Vincennes que tratan de subir, los cuales, en fuerza de disciplina militar, subían a recibir del indomable defensor la muerte, como premio a su audaz valor. La sangre gala chorrea por los peldaños de la espiral y solamente halla la salida en la puerta baja de aquella escalera por donde arrastrando los franceses a sus compañeros muertos, los llevan a ocultar a un osario que existía, cercano a aquel lugar…” (Clotilde 1960)  

Finalmente, la cantidad de soldados, armas y pertrechos surte el efecto y vencen a los valerosos Nochistlenses:

 

“…Termina la batalla, gran silencio

Envuelve al pueblo con sudario negro

Y las seis de la tarde ya las dieron

Don Leocadio González… está muerto…” (Antonio 1964)

 

Del Coronel Jesús Mejía, no podemos decir que tuvo mejor suerte, ya que al tratar de salir de la población, hacia el rumbo de La Cofradía, lo detuvieron,  junto a algunos acompañantes y ese mismo 13 de mayo de 1864 fue pasado por las armas, bajo las órdenes del Conde Potier y su casa ubicada en la calle 5 de mayo número 12, se convirtió en Cuartel General (Pedro 1984). 

 

Es así como termina la gesta heroica que tiene como participantes a los habitantes de Nochistlán, con un total de 104 patriotas fallecidos y 7 heridos, que nunca pidieron perdón al ejército francés y esto es porque en  ésta tierra esa sus habitantes pueden presumir de su valentía,  y que en su momento Miguel de Ibarra recibiera un ejemplo del héroe de Don Francisco Tenamaztle al pedirle que se diera de paz: “YO TAMBIEN OS REQUIERO QUE EN PAZ VOLVAIS A VUESTRA CASTILLA, PUES NOSOTROS ESTAMOS EN NUESTRAS TIERRAS…”. (Enrique 1998)

 


A manera de un pequeño homenaje a esos hombres que han dejado en alto el nombre de su tierra, se les erigió un monumento conmemorativo en lo que alguna vez fuera cementerio y después se nombrara como Plaza Aréchiga y que hoy conocemos como la Plazuela de los Héroes del 64. El reconocimiento fue promovido por las señoritas Catalina Álvarez Rivero y Petra Álvarez de Durán, mismo que se inaugurara el 13 de mayo de 1908 (Clotilde 1960).

En honor a la defensa de Nochistlán ese 13 de mayo de 1864, el Poder Legislativo del Estado de Zacatecas, en fecha 13 de mayo de 2015 concede la distinción de “Ciudad Heroica” a la ciudad de Nochistlán, cabecera del Municipio de Nochistlán de Mejía, Zacatecas.

 

 El Profesor Salvador Vidal canta a los héroes nochistlenses:

 

“… Héroes de Nochistlán, por ésta guerra,

Sois grandes en la Patria y en la Historia,

¡La tumba de los hombres, es la tierra!

¡La tumba de ustedes, es la gloria!” (Pedro 1984)


Licenciado Enrique Reyes Durán

Cronista Municipal del Nochistlán

de Mejía, Zacatecas.

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

Antonio, MARTÍNEZ Serrano. Viernes 13 fatídico de mayo . Nochistlán, Zacatecas, 1964.

Clotilde, QUIRARTE. Nochistlán de Zacatecas, Cuatro Siglos de su Vida. México: Talleres Gráficos del Departamento de Divulgación de la Secretaría de Educación Pública., 1960.

Enrique, REYES Martínez. Crónicas Nochistlenses. Nochistlán, Zacatecas: Presidencia Municipal, 1998.

Pedro, RODRÍGUEZ Lozano. Ofrenda, geografía, historia, hechos, costumbres y tradiciones de Nochistlán, Zac. Nochistlá de Mejia, Zacatecas., 1984.

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL ATREVIMIENTO QUE A PEDRO DE ALVARADO LE COSTÓ LA VIDA FRENTE A TENAMAZTLE

TRADICIÓN DE ALTARES DE DOLORES EN NOCHISTLÁN